
Si estás pensando en comenzar a montar en bici o retomarlo después de mucho tiempo inactivo, ¡Estás en el lugar adecuado!
Aquí te traigo un entrenamiento de ciclismo para principiantes con el que conseguirás ponerte en forma e incorporar las salidas en bici en tu rutina semanal. ¡De esta manera conseguirás disfrutar de la bici como se merece!
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Lo más difícil a la hora de comenzar a montar en bici de manera regular es crear el hábito. Por ello, las primeras semanas son fundamentales y serán decisivas a la hora de tener éxito o abandonar por el camino.
Este entrenamiento tiene una duración de doce semanas. Una vez lo superes serás capaz de salir en bici 3 o 4 veces por semana y realizar salidas de más de dos horas a intensidad media sin dificultad.
Dividiremos el programa en tres grandes bloques. Cada uno consta de tres semanas:
Las tres primeras semanas.
El objetivo de estas semanas es quitarle el polvo a la bici y engrasarla. Realizaremos tres salidas de entre 30 minutos y una hora a la semana. No buscamos fatigarnos o no poder levantarnos de la cama al día siguiente, sino disfrutar de las salidas para coger el hábito y llenarnos de motivación.
De la 4 a la 6 semana.
Es el momento de comenzar a aumentar ligeramente la intensidad (intentaremos recorrer más distancia en igual o menor tiempo). Elegiremos terrenos un poco más complicados, con alguna pendiente. Comienza a prestar atención a tu postura y trata de mejorar tu técnica de pedaleo.
El objetivo de este bloque es realizar una salida de 1 hora y media a una intensidad media/alta. Llegarás a esta meta el domingo de la semana 6.
De la 7 a la 9 semana
Ahora que ya eres capaz de realizar salidas de 90 minutos, ¡Es el momento de mantener el ritmo! Durante las semanas te prepararás para poder salir en bici sin ninguna dificultad cada domingo. Al finalizar este bloque la hora y media se pasará volando, ¡Y estarás deseando ir a por más!
No te olvides de mantener una buena alimentación. Si antes era importante, ahora que ya comienzas a meterle más caña es fundamental. Hidrátate bien antes y después de cada sesión para evitar lesiones.
De la 10 a la 12 semana
Tómate la semana 10 con calma, reservando fuerzas para el domingo, ¡Momento en el que por primera vez realizarás una salida de dos horas! Elige un camino fácil y llano, y no seas demasiado autoexigente. Ya tendrás tiempo de aumentar la intensidad en los domingos posteriores.
Eso sí, ¡El último domingo no te guardes nada! Es el momento de demostrarte a ti mismo que el esfuerzo que llevas haciendo durante tres meses ha merecido la pena. Realiza una salida de dos horas a intensidad media. ¡No te olvides de comer e hidratarte bien antes!
ZONA | NOMBRE | RPE (ESFUERZO) | % FC MÁX. | SENSACIÓN |
---|---|---|---|---|
1 | Recuperación Activa | <2 | <68% | Muy fácil. Sensación de esfuerzo en las piernas mínimo. |
2 | Umbral Aeróbico | 3 - 4 | 69 - 83% | Esfuerzo - Fatiga muy bajo. Puedes mantener una conversación sin problemas. |
3 | Umbral Anaeróbico | 5 - 6 | 84 - 94% | Requiere concentración para mantener el esfuerzo. |
4 | Consumo Máx. de Oxígeno | 6 - 7 | 88 - 100% | Entramos en terrenos difíciles. |
5 | Capacidad Anaeróbica | 7 - 8 | 95 - 105% | Fatiga alta en las piernas. Hablar se hace muy difícil. |
6 | Potencia Anaeróbica | 8 - 9 | >106% | Máximo esfuerzo. Solo se puede mantener por intervalos cortos de pocos minutos. |
7 | Potencia Anaeróbica Aláctica | 10 | - | Ultra intensidad. Sprints de unos segundos. |
Lo llevas pensando mucho tiempo y nunca te lanzas, siempre piensas que no hay tiempo suficiente para la bici y que es muy complicado, pero realmente lo único que necesitas son los consejos apropiados. Aprovecha el tiempo de vacaciones y plantéatelo de forma realista. En este artículo te damos un plan mensual, como si fuese el último mes de preparación aprovechando que nos encontramos en época vacacional. Si estás sin vacaciones, las tardes todavía nos conceden la suficiente luz como para alargar los entrenamientos o podemos usar las primeras horas de la mañana antes de que el calor sea excesivo.
Vamos a suponer que sales habitualmente al menos un día del fin de semana, y durante la semana entrenas dos o tres días ya sea en carretera, con tu bicicleta de montaña o practicando spinning o ciclo indoor. También nos valdría que algún día salieses a correr o practicases natación, siempre y cuando tu actividad principal sea la bicicleta. Lo que interesa es que hayas realizado actividad aeróbica que es lo que habrá desarrollado tus capacidades aeróbicas con el fin de llegado el momento… forzar la máquina.
Si hasta el momento no has podido entrenar todo lo que te hubiese gustado, tampoco es cuestión de que ahora te des un atracón de horas no vaya a ser que te vayas a empachar. El organismo precisa de un tiempo de adaptación y para ello necesita descansar. Hay señales que pueden indicar que te encuentras excesivamente fatigado y es el momento de darle un respiro al organismo porque una vez se haya recuperado, habrás dado un salto de calidad y estarás en disposición de realizar esfuerzos cada vez mayores. Es lo que se conoce como el principio de supercompensación.
Las prisas nunca son buenas y menos en la preparación física. Más que enfocar el entrenamiento a los 100 km, deberás tener en cuenta el tiempo en qué perfil tienes previsto realizar dicha distancia. No es lo mismo un recorrido con llano con apenas algunos repechos, que otro recorrido con dos o tres puertos. La media de velocidad será mucho más alta en el primer caso que en el segundo y por lo tanto la duración del esfuerzo no será la misma.
Este dato es muy importante a la hora de orientar los entrenamientos. Con realizar en tu rodaje más largo el 80% del tiempo que piensas invertir para esos 100 km, será suficiente. O el mismo porcentaje en kilometraje siempre que el recorrido sea muy similar. Por lo tanto, si piensas invertir 4 horas el día de la prueba, con llegar a realizar durante los entrenamientos, 3 horas y 15 minutos el día de mayor kilometraje será suficiente. Y si lo enfocas a los kilómetros, con realizar 80 kilómetros tendrías bastante.
Os recordamos que siempre es recomendable realizarse un chequeo o prueba de esfuerzo para descartar cualquier anomalía que nos impida realizar ejercicio, más que recomendable para sobrepasar intensidades superiores al 80% de tu frecuencia cardiaca máxima.
Te vamos a proponer un plan de entrenamiento en que las tres primeras semanas serán de carga creciente y la última de recuperación o regeneración. En todo plan debe incluirse un microciclo de recuperación cada dos o cada tres semanas. Una vez completadas estas cuatro semanas, estarás en disposición de conseguir tu reto sin ningún problema.
Además de la resistencia aeróbica que será la base del entrenamiento, se pueden entrenar otras cualidades como la intensidad aeróbica, la fuerza, la velocidad o resistencia específica.
**Nuestro plan de entrenamiento se basará en: **
Resistencia aeróbica | Entrenaremos el fondo |
Intensidad aeróbica | Ritmo más intenso y elevación del umbral anaeróbico |
Fuerza resistencia | Aumento de fuerza y prevención de calambres |
Trabajo en fartlek | Tolerancia al lactato |
Parte del éxito a la hora de programar un entrenamiento es la personalización del mismo en función de las capacidades y actividades personales de cada uno. Hay que tener en cuenta que es un plan genérico y que quizá se quede pequeño para algunos y a otros quizás le venga grande. Otro de los de los detalles que no debes dejar pasar por alto, es el descanso. Descansar puede que sea tan importante como los estímulos físicos que aplicamos. Sin él, es imposible asimilar los esfuerzos. Y habrá ciclistas que necesiten descansar más que otros.
Pero si alguien puede decirte si vas por el buen camino, descansas adecuadamente o te estás pasando de la raya, ese es tu corazón. Solo tienes que preguntárselo y estamos seguros que te dará la respuesta. Se lo puedes preguntar cuando te levantes por la mañana, durante la sesión de entrenamiento o tras la realización de un estímulo intensivo del mismo.
¿Cómo estoy, corazón?
Nada más levantarte, tras el descanso nocturno, las pulsaciones indican si te has recuperado bien después del entrenamiento del día anterior. Para saber si vamos bien debes conocer cuáles son tus pulsaciones en reposo habitualmente.
Las pulsaciones las tienes normales por la mañana y al salir a la carretera siguen demasiado bajas, aún en el caso de no hacer grandes esfuerzos. Si el día anterior has tenido una salida muy intensiva, es normal ya que tu organismo está en proceso de recuperación. Tu organismo te intenta mantener al ralentí, por decirlo de alguna forma.
Te cuesta mucho subir las pulsaciones ante un esfuerzo submáximo. Aquí puede ser por dos motivos: puede ser un síntoma de cansancio muscular, por lo que muy posiblemente te duelan las piernas, y si no es el caso, es más que posible que tu alimentación no haya sido lo suficientemente adecuada en hidratos de carbono. Aprovechamos esta última posibilidad para aconsejarte que en los primeros 30 minutos tras terminar tus entrenamientos tomes un zumo natural con un poco de miel o unas cuantas rodajas de sandía o melón (frutas de temporada), con el fin de elevar los niveles de glucosa a nivel hepático. Otra solución son las bebidas isotónicas que además de aportar carbohidratos de alto índice glucémico, te hidratarán y te aportarán las sales perdidas. Una vez te hayas duchado y dentro de la hora y media posterior, te aconsejamos en tu menú alguno de estos platos: ensalada de arroz, puré de patatas y zanahoria, pasta un poco pasada con tomate, pan blanco, pescados blancos o pollo acompañado con verduras. Y de postre, natillas, macedonia de frutas, arroz con leche, etc.
Te cuesta llegar a tus pulsaciones máximas. Si previamente no tienes ninguno de los síntomas que te hemos comentado, quiere decir que has realizado una conveniente adaptación cardiovascular y que tu corazón se ha agrandado, por lo que no necesita dar tantas pulsaciones para desarrollar la misma potencia que cuando comenzaste a entrenar meses atrás. No te preocupes que no es ningún síntoma de sobreentrenamiento.
Uno de los síntomas de que vamos por el buen camino es que tras la finalización o a la interrupción de un esfuerzo intensivo, el ritmo cardiaco desciende con rapidez. Esto lo podrás comprobar, por ejemplo, al hacer fartlek o en la salida del domingo que será donde más te puedes exigir.
Puede darse el caso de que la recuperación sea espectacular y quizás pienses que se ha perdido un gran ciclista de haberte dedicado a ello. No lo ponemos en duda, pero puede deberse a que tus cargas de entrenamiento deben ser más importantes para provocar el suficiente estrés a tu organismo y que este pueda supercompensar. Un aumento de la carga semanal de entrenamiento (volumen e intensidad) aplicando el principio de progresión, no quiere decir que sea suficiente. Puede que necesites más.
En función del número de pulsaciones que recuperes tras el esfuerzo tienes una orientación de si tu esfuerzo está siendo el adecuado. Al terminar una serie intensa mira tu F.C., recupera durante un minuto y observa cuánto ha descendido.